adelita o hadelita

    El término adelita/ hadelita ¿lleva ‘ll’ o ‘y’?¿Titubeas a la hora de decidir entre escribir el vocablo adelita o a lo mejor hadelita? No te inquietes, podemos ayudarte. A menudo nos encontramos con muchas personas que sienten cierto titubeo, y eso es debido a que en español tanto adelita como hadelita suenan del mismo modo. Por motivo de este parecido a la hora de pronunciarse, es habitual sentir dudas en cuanto a cuál es la forma correcta de escribir este término, si como hadelita o lo que debes hacer es escribir adelita. No vamos a desaprovechar más tiempo en darte una respuesta, entre hadelita y adelita, la manera adecuada de escribir este término es: adelita. A parte de darte esta contestación que solicitabas, nos gustaría presentarte consideraciones que debes tener en cuenta para aquellos momentos en que te encuentres con dudas en relación con en qué oportunidades se debe escribir ‘ll’ y en qué otras se escribe ‘y’. De esta forma cada vez sentirás menos indecisión del tipo ‘¿Debería escribir adelita o a lo mejor se escribe hadelita?’

    adelita

    hadelita

    Sugerencia para que escribas bien adelita

    No deberías dudar entre el término adelita y la palabra hadelita cuando quieras escribir, ya que únicamente nos encontramos con una forma posible de escribir este término con corrección, y es: adelita. La palabra hadelita sencillamente no aparece en el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española.

    Con la finalidad de que no se te olvide fácilmente el modo en que se debe escribir adelita, te aportamos la definición del diccionario:

  1. Mujer que en el México revolucionario acompañaba al combate al hombre de la familia, ya fuera esposo, novio, hermano o padre, en calidad de ayudante, para realizar labores logísticas tales como hacer la comida, preparar el fusil o remendar la ropa. Ámbito: México Sinónimos: juana , valentina . Relacionado: soldadera . Ejemplo: "Señoras, las adelitas no lo eran por haber sido violadas o privadas de su libertad, ni porque recibieran el más humillante trato de esclavas, sino porque eran solidarias con sus compañeros. Las adelitas no guisaban a la fuerza. Recuerden sus fotografías, los rostros duros, hechos así por vivir en la guerra, la resolución en cada uno de sus gestos, el cariño con que se abrazan al soldado elegido por ellas." (Fuente: La Jornada, 10/08/1988, [en línea]: [1].[Consultada: 14/09/2004.])