balneario o balnearrio

    La forma correcta de balneario/ balnearrio ¿lleva ‘ll’ o ‘y’?¿Te sientes indeciso a la hora de escribir entre escribir balneario o a lo mejor balnearrio? No te inquietes, te vamos a echar un cable. Existe un gran número de personas que tienen una inseguridad similar, y eso se debe a que en español tanto balneario como balnearrio se pronuncian del mismo modo. A raíz de esta similitud a nivel fonológico, es habitual tener dudas sobre cuál es la manera adecuada de escribir este vocablo, si como balnearrio o de la siguiente forma balneario. No vamos a perder más tiempo dando rodeos, entre balnearrio y balneario, la forma adecuada de escribir esta palabra es: balneario. Amén de brindarte esta respuesta que buscabas, sería para nosotros un placer presentarte algunas aportaciones más para cuando te surjan dudas con respecto a en qué circunstancias se debe escribir ‘ll’ y en qué casos se escribe ‘y’. Así cada vez sentirás menos inseguridad del tipo ‘¿La forma correcta es escribir balneario o quizá es balnearrio?’

    balneario

    balnearrio

    Propuesta para escribir correctamente balneario

    No deberías dudar entre la palabra balneario y el término balnearrio cuando debas escribir, pues tan solo nos encontramos con una manera viable para escribir esta palabra con corrección, y es: balneario. El término balnearrio sencillamente no arroja ningún resultado cuando lo buscamos en el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española.

    Para que encuentres un sistema que te ayude a recordar cómo deberías escribir balneario, pensamos que puede ayudarte su definición del diccionario:

  1. Perteneciente o relativo a los baños públicos, especialmente a los medicinales.
  2. Edificio con baños medicinales, que funciona como lugar de descanso, esparcimiento en la tierra y en el agua, integración familiar, social y práctica de deportes. Ejemplo:
  3. « Ambientada durante los años previos al inicio de la guerra civil española, la acción se inicia en Las Caldas, un pueblo de Asturias en 1922, en un balneario propiedad de la rica Amalia, que comparte su lecho con el joven Martín, a su vez enamorado de la maquiavélica Marián, sobrina de la dueña. [1]»