capellán o capeyán

    La forma correcta de capellán/ capeyán ¿se tiene que escribir con ‘g’ o con ‘y’?¿Sientes indecisión entre escribir el término capellán o tal vez escribir el término capeyán? Tranquilo, aquí encontrarás ayuda. Son muchas las personas que tienen una inseguridad similar, y pasa debido a que en español tanto capellán como capeyán tienen una pronunciación similar. A causa de este parecido a la hora de pronunciarse, es normal tener dudas sobre cuál es el modo adecuado de escribir este vocablo, si como capeyán o como capellán. No te queremos hacer perder más tiempo para aclarar tus dudas, entre capeyán y capellán, el modo acertado de escribir este término es: capellán. A parte de brindarte esta contestación que solicitabas, sería para nosotros un placer presentarte algunas aportaciones más para cuando te encuentres con dudas sobre en qué oportunidades se escribe ‘ll’ y en qué casos se escribe ‘y’. De esta forma cada vez tendrás menos indecisión del tipo ‘¿Se escribe capellán o tal vez capeyán?’

    capellán

    capeyán

    Consejo para ayudarte a escribir siempre del modo correcto capellán

    No debes dudar entre la palabra capellán y la palabra capeyán cuando quieras escribir, ya que solamente nos encontramos con una forma posible para escribir esta palabra como es debido, y es: capellán. El término capeyán simplemente no aparece en el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española.

    Con el propósito de que encuentres un sistema que te ayude a recordar la manera en que debes escribir capellán, te proporcionamos su definición del diccionario:

  1. Eclesiástico que obtiene alguna capellanía.[ 1]
  2. Ejemplo:
  3. "Siendo ya en este tiempo buen mozuelo, entrando un día en la iglesia mayor, un capellán de ella me recibió por suyo, y púsome en poder un buen asno y cuatro cántaros y un azote, y comencé a echar agua por la ciudad." Anónimo (1987 [1554]). El Lazarillo de Tormes. Revista VEA, 109.
  4. Cualquiera eclesiástico, aunque no tenga capellanía.[ 1]
  5. Sacerdote que dice misa en la capilla o en un oratorio privado, y vive, por lo común, como doméstico dentro de la casa con cierto estipendio.[ 1]