La palabra
febril/
febrril ¿lleva ‘ll’ o ‘y’?¿Titubeas a la hora de decidir entre escribir el término
febril o bien escribir la palabra
febrril? Tranquilizate, aquí estamos para ayudarte. Son muchas las personas que experimentan la misma duda que tú, y eso es porque en castellano tanto
febril como
febrril son muy similares en su pronunciación. Por motivo de este parecido en su fonología, es habitual no estar seguros de cuál es la forma acertada de escribir esta palabra, si
febrril o lo que debes hacer es escribir
febril.
No te queremos hacer desaprovechar más tiempo en sacarte de dudas, entre
febrril y
febril, la forma acertada de escribir este término es:
febril. A parte de brindarte esta respuesta que estabas buscando, nos gustaría enseñarte más aportaciones para aquellos momentos en que te encuentres con dudas acerca de en qué ocasiones se debe escribir ‘ll’ y en qué momentos se debe escribir ‘y’. De esta manera cada vez tendrás menos indecisión del tipo ‘¿Debería escribir
febril o a lo mejor se escribe
febrril?’
Sugerencia para que escribas como es debido febril
Nunca te sientas dubitativo entre la palabra febril y la palabra febrril a la hora de escribir, puesto que solo nos encontramos con una forma posible de escribir esta palabra correctamente, y es: febril. La palabra febrril sencillamente no se encuentra en el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española.
Con el propósito de que no vuelvas a tener dudas y recuerdes el modo en que es preciso escribir febril, la definición del diccionario:
Propio de o relativo a la fiebre. Ejemplos: "En los días de remisión febril, la enfermería de paz era muy frecuentada de amigos y compañeros". [1] "su marido miraba al chico con ojos expertos, que advertían las delgadas sienes y los labios febriles, así como la voz ronca y los ataques frecuentes de tos". May Alcott, Louisa (1871). Hombrecitos. Colicheuque, 7.Que está aquejado de esta condición, o, por similitud, que tiene la temperatura muy elevada. Sinónimos: afiebrado , calenturiento . Antónimo: afebril .Dicho metafóricamente, muy ardoroso o intenso. Ejemplo: "A menudo, sus tareas literarias, empezadas con febril entusiasmo, se quedaban sin concluir". [2]
