La palabra
pétreo/
pétrreo ¿lleva ‘ll’ o ‘y’?¿Sientes indecisión entre escribir la palabra
pétreo o bien escribir el término
pétrreo? No debes apurarte, podemos echarte una mano. Son numerosas las personas que tienen cierto titubeo, y ocurre porque en castellano tanto
pétreo como
pétrreo tienen una pronunciación similar. A raíz de esta similitud en su sonido, es usual no estar seguros de cuál es la manera adecuada de escribir esta palabra, si
pétrreo o del siguiente modo:
pétreo.
No te queremos hacer desperdiciar más tiempo en darte una respuesta, entre
pétrreo y
pétreo, la forma acertada de escribir esta palabra es:
pétreo. Además de ofrecerte esta respuesta a la pregunta que te hacías, desearíamos presentarte algunas aportaciones más para cuando te encuentres con dudas con respecto a en qué oportunidades se debe escribir ‘ll’ y en qué otras se debe escribir ‘y’. De esta forma cada vez tendrás menos vacilación del tipo ‘¿Se escribe
pétreo o quizás debo escribir
pétrreo?’
Consejo para ayudarte a escribir como es debido pétreo
Nunca debes dudar entre pétreo y la palabra pétrreo cuando te veas en la necesidad de escribir, ya que tan solo existe una forma posible de escribir este término de forma correcta, y es: pétreo. El término pétrreo sencillamente no arroja ningún resultado cuando lo buscamos en el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española.
Con el objetivo de que no se te olvide fácilmente cómo debes escribir pétreo, te aportamos su definición del diccionario:
Hecho de roca o piedra. Ejemplo: «-No se trata de un murciélago -precisó Bonus Eventus, volviéndose a hundir en el confidente-. Son las filtraciones de agua que escurren por los pétreos muros.» García Hortelano, Juan (1992). Gramática parda. Madrid: Mondadori, 80.«[...] junto con los restos pétreos monumentales (El Caracol, pirámides escalonadas)» Cardona, Francesc (2014). Popol Vuh & Chilam Balam. Brontes, 218.Cubierto de rocas o de piedras. Sinónimos: pedregoso , rocoso , roqueño . Ejemplo: «El agua escurre por pétreos toboganes para descansar, por poco tiempo, en remansos que, a modo de bañeras, invitan a descalzarnos y a introducir en ellos nuestros doloridos pies. Unos instantes de reposo contemplando la generosidad de formas, colorares, sonidos» Ortuño, Vicente M. (2001). Las mejores excursiones por la sierra Norte de Madrid. Madrid: El Senderista, 94.Similar a la piedra. Ejemplo: «En Stéphanie se asentó una confusión terrible que le impidió dormir durante catorce noches, de las cuales ocho padeció de un estreñimiento de espanto, que la puso de mal humor y desganada anduvo por la casa, con el vientre inflado y dolorido y unas ojeras implacables, sin saber de qué manera podía expeler una bola pétrea que le colgaba por dentro y la forzaba a caminar con gran dificultad» Ducoudray, Louis A (1992). Los ojos del arrecife. San José: Diproedit, 206.
