asestar o azeztar

    El vocablo asestar/ azeztar ¿se escribe con ‘ll’ o con ‘y’?¿Sientes indecisión entre escribir asestar o bien el término azeztar? No te preocupes, podemos ayudarte. Son numerosas las personas que experimentan , como tú, esta duda, y eso es porque en español tanto asestar como azeztar se pronuncian igual. Debido a esta similitud en su sonido, es habitual dudar acerca de cuál es la forma acertada de escribir este vocablo, si como azeztar o como asestar. Pero no queremos malgastar más tiempo en sacarte de dudas, entre azeztar y asestar, el modo acertado de escribir este vocablo es: asestar. Además de ofrecerte esta respuesta que buscabas, nos agradará mostrarte más aportaciones para aquellos momentos en que te surjan dudas con respecto a en qué ocasiones se escribe ‘ll’ y en qué otras se debe escribir ‘y’. De esta manera cada vez tendrás menos indecisión del tipo ‘¿El modo correcto será escribir asestar o tal vez azeztar?’

    asestar

    azeztar

    Propuesta para escribir siempre bien asestar

    Nunca jamás deberías dudar entre la palabra asestar y el término azeztar cuando debas escribir, pues tan solo existe una forma posible para escribir esta palabra adecuadamente, y es: asestar. La palabra azeztar simplemente no arroja ningún resultado cuando lo buscamos en el diccionario de la RAE.

    Con la finalidad de que recuerdes mejor el modo en que deberías escribir asestar, te proporcionamos su definición del diccionario:

  1. Acertar al dirigir un ataque contra un contrario. Ejemplos: La postura aceptada generalmente es que fue el segundo teorema el que asestó este golpe. Algunos sin embargo piensan que fue el primero, e incluso hay quien piensa que ninguno de ellos lo hizo (tomado de Teorema de la incompletitud de Gödel). El 22 de abril, el sultán asestó un golpe estratégico en las defensas bizantinas (tomado de Caída de Constantinopla). Aprovechando este dato, el asesino asestó un lanzazo que acabó con la vida de Sigfrido (tomado de Sigfrido). Actuó con asiduidad en el coso de Madrid, muriendo en Granada el 8 de junio de 1801, víctima de la cornada que le asestó el toro Barbero de Juan Bécquer (tomado de Francisco Gracia). Sería al día siguiente, en una etapa con final en Ávila, donde Jalabert asestaría uno de los golpes más importantes de esta edición (tomado de Vuelta ciclista a España 1995).